La música no conoce fronteras, tanto es así que en estos últimos meses, en nuestras casas, en nuestro estudio, hemos aprendido a balbucear una lengua nueva para nosotros, un idioma de Asia Oriental, no ciertamente fácil para la pronunciación europea; el coreano.
Hace unos meses, la cantautora cristiana Ange Kim (Jeonju – Corea del Sur) nos propuso la idea de hacer junto a un coro de jóvenes coreanos, pertenecientes al movimiento de los focolares, de las diócesis de Seúl y Gwangju, una colaboración. Elegimos una de nuestras primera canciones “Soy Yo”. La melodía sencilla de la canción, nos facilitaba la difícil dicción del texto coreano y junto a la pronunciación natal de Ange Kim, comenzamos un duro trabajo a mas de 10.000 km. de distancia, aprendiendo sus 24 fonemas, con sus 14 consonantes y 10 vocales.
Ponernos de acuerdo para encontrar, en la distancia, el sentido de todo; la oración, la impostacion de la voz, las imágenes para realizar el video aunando dos culturas tan diferentes y en medio de ellas poner a Dios como el lazo de unión que hemos construido. Hemos aprendido un “poquito” de coreano, pero también hemos profundizado en el alma de un país de gente amable, cercana y bondadosa, golpeada por una profunda y dura división territorial desde hace mas de 70 años.
Gracias, amigos coreanos…estamos seguros que no será la última vez que cantemos juntos al AMOR. Ahora os dejamos con el resultado, “Soy Yo” (korean version), o mejor dicho 당신 사랑 말하네